¿Me perjudica mentir en la entrevista de trabajo?
Cuando nos enfrentamos a una entrevista de trabajo tendemos a exagerar nuestras bondades y encubrir nuestros puntos débiles de cara a obtener el puesto, pero, ¿dónde está el límite? ¿es conveniente mentir en la entrevista de trabajo?
A todo el mundo se le ha escapado alguna mentirijilla en el proceso de selección a fin de obtener la aprobación del reclutador. Pero hay que ir con cuidado: mentir en según qué cosas nos puede suponer perder la oportunidad de obtener el puesto.
Es muy diferente decir una mentirijilla piadosa a un embuste, el cual puede excluirnos de forma inmediata del proceso selectivo.
Ensalzar lo bueno, ocultando lo negativo.
- Sí puedes exaltar y aumentar tus triunfos formativos. Es una forma de venderse a uno mismo. Incluso según qué reclutadores pueden encontrarte más interesados y motivado que al resto si haces esto.
- Cuando te pregunten por tus expectativas salariales utiliza el salario más alto que hayas percibido. Si dices una cantidad inferior, intentarán pagarte eso o menos, ¡por lo que está bien aspirar a mejor!
- Cuando te pregunten por tus debilidades, no contestes con total honestidad. ¿Te imaginas diciéndole al reclutador que eres vago, deshonesto o poco profesional? Lo que puedes hacer es convertir una fortaleza en debilidad. Por ejemplo: “Soy demasiado perfeccionista”.
- También puedes adornar el tiempo que has trabajado en una empresa. Imagina que comenzaste en tu anterior trabajo en noviembre de 2015 y terminaste en diciembre de 2016. El reclutador pregunta: “¿Cuánto tiempo estuviste trabajando en tu anterior empresa?” Lo correcto sería decir 14 meses, pero “dos años” suena mejor. No es tanto mentir, sino adornar.
- Una posible estrategia para forma de ganarse al reclutador es compartir hobbies con él o la compañía. Puedes investigar sus aficiones, y si los compartes, añádelos a tu CV. No se trata de mentir, si nunca has hecho parapente, no digas que vas todos los fines de semana a descargar adrenalina. Sin embargo, si eres gamer hasta la médula y pasas los días jugando a videojuegos, te pierden las compras o salir de fiesta sin control, omítelo. En la mayoría de casos, ninguna de estas características serán positivas en el desempeño del empleo.
- Nunca jamás mientas acerca de las habilidades que posees. Si no hablas inglés, no digas que tienes nivel medio. Si llegan a contratarte y tus superiores descubren que has mentido, tendrá repercusiones y te cerrarán las puertas de la empresa para siempre. Lo mismo para cualquier habilidad que no poseas e intentes maquillar.
- No digas nada que no se te haya preguntado. No hables mal de algún exjefe o excompañero ni expliques detalles laborales o privados comprometidos. Cualquiera de estas conductas te excluirán de la carrera por el puesto.
Éstas son algunas cosas en las que puedes “mentir” en una entrevista de trabajo y algunas en las que nunca debes hacerlo. Aunque el verdadero mérito no está en decirlas, sino en hacerlo bien. Ante todo recomendamos mejor que mentir, “vender bien”: ensalzar lo bueno, ocultando lo negativo.
Por último, presta atención a tu comunicación no verbal: si dices una cosa pero transmites otra generarás desconfianza. Puedes probar a ensayar delante del espejo para ganar seguridad antes de la entrevista.